HISTORIA

La historia del Huila está sostenida en el legado de la cultura San Agustín, situada entre los años 1000 AC y 1650 DC. La importancia de esta cultura fue reconocida por la UNESCO, que en 1995 les confirió a los parques arqueológicos de San Agustín, Alto de Los Ídolos y Alto de Las Piedras, la dignidad de Patrimonio Cultural de la Humanidad
Cuando llegaron los conquistadores españoles hacia 1538, la región estaba poblada por numerosas comunidades indígenas: en el norte habitaban los pijaos, en el sur los andaquíes y yalcones, en el occidente los paeces y en el oriente los tamas.
La primera expedición que logró atravesar la cordillera y llegar al valle del alto Magdalena, estaba comandada por Sebastián de Belalcázar: en tanto Gonzalo Jiménez de Quesada llegó por el norte; los españoles tuvieron que enfrentar a los aborígenes, que desde ese momento libraron violentas luchas para defender su territorio; entre estas contiendas se destaca la que sostuvo contra el conquistador Pedro de Añasco, la Cacica Gaitana, quien se rebeló porque su pueblo estaba siendo desposeído de sus tierras y obligado a pagar tributos a los españoles; como ella se opuso a que Añasco convirtiera en su servidor a Timanco, su hijo, aquel ordenó que el muchacho fuera quemado vivo en presencia del pueblo para que sirviera de escarmiento. Para vengarse de Añasco y de sus soldados, Gaitana comenzó una fuerte lucha que le permitió vencer a su enemigo; una vez vencido le sacó los ojos y lo condujo así por todo el pueblo. A pesar de las valientes y numerosas luchas, los grupos indígenas del Huila fueron exterminados por las tropas españolas.
Durante la colonia se fundaron pueblos de indios y mestizos y se crearon haciendas ganaderas de amplia extensión; también se dio inicio a la explotación cauchera, con la posterior construcción de nuevas vías y poblados. El territorio hizo parte de la enorme provincia de Popayán hasta 1610, año en que se creó la provincia de Neiva, creada una vez que los pijaos fueron sometidos y las autoridades españoles aseguraron el libre tránsito entre Santafé y los pueblos del macizo Colombiano.
Dado que el camino real que comunicaba a Santafé con el sur recorría casi toda la provincia, permitía a las comunidades estar al tanto de los procesos políticos, sociales y económicos que se experimentaban en las ciudades más importantes del gobierno colonial e inducía a sus habitantes a tomar partido frente a dichos procesos. Hacia finales del siglo XVIII la provincia de Neiva contaba con una ciudad, Neiva, y se reconocían como villas a las poblaciones de Timaná, La Plata y Purificación, lo que daba cuenta del desarrollo que tenía la provincia.
Ya en la época de la independencia hizo parte de las Provincias Unidas de la Nueva Granada como el Estado Libre de Neiva; dicho estado proclamó su independencia el 8 de febrero de 1814 con representantes de Neiva, La Plata, Timaná y Purificación, quienes se reunieron en convención con el fin de redactar una Constitución para el Estado Libre y la cual fue expedida el 23 de septiembre de 1814 y revisada el 31 de agosto de 1815; sin embargo los ejércitos neivanos cayeron en 1816, cuando los españoles retomaron control sobre el territorio.
Luego de ser reconquistado y ser nuevamente independizado, el territorio huilense hizo parte del departamento de Cundinamarca (Gran Colombia) entre 1819 y 1831, año en que nuevamente se denominó provincia de Neiva y pasó a formar parte de la República de la Nueva Granada. Durante más de 20 años no se variaron sus límites hasta 1857 en que se creó el Estado de Cundinamarca y se le agregó a este; esto fue así hasta 1861, cuando pasó a la jurisdicción del Estado del Tolima



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